Médicos del Hospital Clemente Alvarez crean implantes craneales 3D.
Cada año, al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) llegan unas 500 personas con graves traumatismos de cráneo. Y muchos de estos casos demandan varias cirugías para reparar las lesiones. Con una inversión de 120 mil pesos, el centro de salud municipal se convirtió en el primero en montar un laboratorio para el modelado de prótesis con impresora 3D.
(En la foto, D. José Nallino, jefe de Neurocirugia del Heca)
Aseguran los médicos que no sólo introduce mejoras en la atención de los pacientes sino que también permite reducir los costos de estas intervenciones.
La utilización de la impresión 3D para la creación de prótesis no es nueva en el ámbito de la salud. Sin embargo, el Heca es el primer hospital en implementar un sistema propio de moldeado en Argentina.
«Esta tecnología está difundida en el mundo desde hace más de una década, pero su elevado costo genera problemas de accesibilidad. Actualmente en el Heca podemos abarcar la totalidad del proceso dentro del ámbito del hospital, desde los primeros estudios hasta la impresión tridimensional», explica el jefe del servicio de neurocirugía, José Nallino, y destaca que los mismos cirujanos que evalúan al paciente son los que luego en el laboratorio pueden desarrollar las herramientas necesarias para su atención.
El flamante laboratorio se puso a prueba por primera vez hace dos semanas, cuando los médicos del equipo de neurocirugía del hospital le realizaron una craneoplastía a una mujer joven para reparar una lesión producida por un cáncer. Después, volvió a utilizarse con un muchacho víctima de un accidente de tránsito. Ambos pacientes evolucionan favorablemente.
En una computadora se procesan las imágenes obtenidas mediante una tomografía o resonancia magnética para generar un modelo tridimensional del cráneo del paciente. Con estos datos se crea un modelo tridimensional de la prótesis que necesita el paciente para crear un molde con alta precisión, que puede exportarse e imprimirse mediante una impresora 3D. El diseño del molde conlleva aproximadamente dos horas de trabajo, y la impresión 3D entre 6 y 36 horas, difiriendo del tamaño y la complejidad del mismo.
Las prótesis se realizan en cemento quirúrgico, un material testeado y autorizado por la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) para su uso en personas. De acuerdo a una investigación desarrollada también por el equipo del Heca hace tres años, las prótesis de cemento quirúrgico tienen el mismo desempeño que las prótesis de hueso congelado.
Fuente original: Periódico La Capital